¿Cómo puede uno resistirse a lo convencional? Empezar por cosas pequeñas pero que impactan en lo grande, como comerse un panino relleno.
Ciudad de México, 14 de enero (SinEmbargo).- La rutina a veces puede ser aburrida y dominante, ¿verdad? Salir de la monotonía no sólo es algo que hacemos porque sí, es beneficioso para la salud mental y emocional. Además, es la clave para descubrir nuevas pasiones e intereses, abriendo ventanas a oportunidades que transforman nuestro día a día.
Decirle que no a la zona de confort favorece el crecimiento personal. Es un acto que combina valentía con curiosidad en el que le añadimos ese toque de emoción que nos falta de vez en cuando. ¿Cómo puede uno resistirse a lo convencional? Empezar por cosas pequeñas pero que impactan en lo grande, como comerse un ¿panino relleno? Moyo compartió con los lectores de Mundano unas ideas creativas para experimentar diferentes maneras de disfrutar de sus postres que serán un escape a lo habitual.
Gelato all’italiana: El panino es una especie de sándwich que tiene sus raíces en la cocina italiana y que significa “pan pequeño”. Su origen se remonta a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Los de Moyo tomaron este bocadillo europeo que sirve calientito, con el interior casi congelado.
¿Cuál es el resultado? El panino suele estar caliente, mientras que el Moyo está frío. El contraste se vuelve una explosión para el paladar, creando una experiencia sensorial nada usual. Además, la textura suavecita del pan pequeño se complementa con la cremosidad de los moyos, ya sea el natural, el de taro y hasta sabores de temporada como el matcha-coco, el cual todavía hay tiempo para pedirlo.
Glace à la française: Quién iba a pensar que algún día podríamos comer el croissant como si fuera un cono. Aquí hay inspiración en la Torre Eiffel. Imagina esa primera mordida: la textura de hojaldre de mantequilla con la blanda consistencia de Moyo deteniéndose lentamente. Tus papilas gustativas estarán en medio de un abrazo entre lo dulce y lo ácido.
Las sorpresas del Viejo Continente no paran. En Moyo viajaron hasta las avenidas empedradas de la bella París para traer los mejores macarrones, esas galletas francesas con una capa exterior crujiente y un interior blando como nube. Pide tus maracones como un topping para tu Moyo, el cómo tú los disfrutes dependerá de tu imaginación.
